Es fácil deducir porqué a este perro le han puesto el nombre de Milagro. En la imágenes que hay bajo este texto podéis ver el estado en el que llegó a la protectora valenciana Modepran. Llegó con severas heridas en la piel y ojos fruto de la leishmania, quemaduras solares y desatención general.
Por el tipo de lesiones, en la protectora están convencidos de que que tuvo que pasar mucho tiempo en la calle hasta que dieron aviso a la Policía. En la actualidad permanece en las instalaciones de la protectora recuperándose y lo que necesita es un hogar en el que “poder ser feliz, donde compartir su milagro de vivir a pesar del estado en el que se recogió”.
Abandonar a un animal es de miserables. Abandonar a uno enfermo, con frecuencia precisamente porque está enfermo, es algo para lo que me sobran calificativos y ninguno es agradable. Por desgracia es algo que sucede demasiado a menudo.
Un perro o un gato, a lo largo de su vida, es muy probable que necesite en algún momento un tratamiento veterinario, determinadas pruebas, alguna cirugía… todo eso vale dinero, todo eso puede suponer trastornos en nuestros horarios para suministrarles las medicinas, para cambiarles vendajes o llevarles a revisiones.
Y ese coste en tiempo y dinero hay que estar dispuesto a afrontarlo. Si no es así, mejor no tener nunca un animal.
Milagro tiene leishmania, algo fácilmente tratable a día de hoy, que no impide tener una vida larga y saludable. Mi propia perra la tiene desde que la adopté y nunca ha supuesto ningún problema más allá de alguna analítica de control y algún tratamiento (primero con inyecciones subcutáneas, luego con un jarabe en el pienso). Es imperdonable que justo cuando más nos necesitan, los dejemos en la calle.
Milagro nunca se habría visto en ese estado si le hubieran atendido correctamente.
Contacto: Modepran Valencia 963479676 o en direccion@modepran.com